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Punta Umbría y los Británicos
En las últimas década del siglo XIX es cuando Punta Umbría comienza a surgir hasta convertirse en la localidad en lo que en la actualidad conocemos.
El cuerpo de carabineros del ejército español, encargado de la vigilancia de las costas españolas, sería el primero en establecerse en Punta Umbría. Hay constancia de su presencia en la localidad desde la década de 1830. La labor de los carabineros se realizaría en un lugar totalmente apartado y aislado ya que junto a la vigilancia de la costas se encontraría la necesidad de tener que autoabastecerse, motivo por el cual practicaron la agricultura, la pesca, la caza, etc. Este cuerpo tenía situada su casa cuartel cerca de la Torre Umbría y una pequeña caseta dentro de la actual Plaza Pérez Pastor.
La llegada de los Ingleses a Huelva tras la compra de las minas de Rio Tinto en 1873 supuso un cambio radical para la provincia. Este fue el momento en el que se llevaron a cabo las grandes obras de infraestructuras de Huelva y en definitiva de la transformación de todo el entramado socioeconómico de la provincia.
Punta Umbría no quedaría apartada de esta situación y en torno a 1880 encontramos las primeras referencias dadas por Guillermo Sundhein, donde habla de la “existencia de la playa de Punta Umbría cerca de un pequeño pueblo de pescadores y que sería un excelenete sanatorio para el staff de la minas. El ya había levantado una allí y pensaba que la playa sería un lugar ideal para la gente que se estuviese recuperando de la malaria y supondría para los miembros del staff de la minas un agradable cambio, teniendo en cuena el aire sulfuroso de las minas” .
A partir de esta fecha se iniciaría la construcción en un una parte del municipio de Cartaya de un conjunto de casas por parte de la Rio Tinto Company que serías utilizadas como lugar de descanso por parte de los miembros del staff británico empleado en la mina. En un principio los ingleses venían para recuperarse de los efectos nocivos del aire sulfuroso existente en las minas de Riotinto, pero con el paso del tiempo se produjo un aumento en la llegada de lo que podríamos llamar turistas, que se observa en la construcción de casas particulares y de pequeños hoteles.
La llegada de la Compañía atrajo a más familias, en su mayoría españolas, que ponían en práctica las mismas costumbres que los británicos en relación al hábito de acudir a la playa durante la etapa estival.
La presencia británica en Punta Umbría dejó como legado fundamental una tipología constructiva que a lo largo de los años han sido denominadas popularmente “Casas de los Ingleses”. Este modo de construir de casa elevadas sobre pilares con la fachada porticada fue pronto copiado por todo aquel que se hacía construir una casa en Punta Umbría con el único objetivo de pasar aquí la temporada estival de verano.
Este tipo de construcciones siguieron siendo una fuente de inspiración para todo aquel que se edificaba una casa en Punta Umbría, hasta tal punto es así que el Ayuntamiento de la localidad se asemeja a este tipo de construcciones. Aun perviven casas y pequeños chalets de clara inspiración británica, siendo algunas contemporáneas de las originales y testigo mudo del inicio del veraneo en Punta Umbría.
Para la pervivencia de este legado el Ayuntamiento de Punta Umbría abrió " La Casa Museo de los Ingleses", institución que explica y recrea la presencia Británica en Punta Umbría.
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